El lector más avispado (y con ojos de mago) se habrá percatado de lo tardía que ha sido esta introducción, saludo de bienvenida, o lo que sea, a esta extraña tierra repleta de torres derruidas, espadas encantadas y dragones que lo dejan todo perdido de escamas por las esquinas. Esto es algo que agradecen enormemente algunos gnomos, ya que usan dichas escamas llenas de costra y mugre para retejar sus chabolas.
Sí, ya lo sé. ¿Una introducción después de no sé cuántas entradas publicadas? Tienes razón. Pero estas entradas son, en realidad, un volcado muy loco de papiros viejos que se habían acumulado con el tiempo, como el polvo y las arañas en la torre de un mago. Hace años tenía por costumbre usar un blog dedicado a la fantasía, el rol y todos esos temas que tanto gustan a los trasgos que viven en mazmorras repletas de muñequitos que portan espadas, como “gimnasio” mental a la hora de escribir, una manera de no acabar en la haraganería más absoluta dejando de lado una de las aficiones que más placer me producen. Creo que ya he pasado bastante tiempo en este “sueño del dragón”, como diría Merlín en Excalibur, y es hora de volver a esta sana costumbre.
Ah, se me olvidaba: también hay algún que otro proyecto brujeril en el horizonte, similar a nuestra pasada aventura en Cementerio de Dragones, pero en diferente formato y tono.
Posdata: la elección de Blogspot para este nuestro nuevo hogar, querido viajero, no es casualidad. Es una plataforma que me trae muchos recuerdos y con la cual puedo recrear esta estética viejuna en la que me siento tan cómodo como podría estarlo un gato sobre un montón de trapos viejos.
Un abrazo de oso y una pinta para todo aquel que se deje caer por este baldío.
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