lunes, 3 de febrero de 2025

Si No Está Roto, No lo Arregles (A Menos que un Mod lo Mejore): Oblivion en 2025

 En algún lugar, en una lejana biblioteca llena de libros polvorientos y un bibliotecario (con más granos y barba que un enano de vida licenciosa) que desaprueba tu existencia, hay un tomo que reza lo siguiente:

"Las cosas no son antiguas si siguen funcionando. Solo se vuelven más difíciles de explicar."

Y esto nos lleva a The Elder Scrolls IV: Oblivion, un juego que, a pesar de su edad avanzada en términos de videojuegos (lo que en años humanos equivaldría a una venerable anciana que cuenta historias de cuando todo era mejor y los gráficos eran suficientes), sigue siendo un sitio espléndido para perderse.


Los juegos modernos tienden a ser como una cena cara en un restaurante con más camareros que clientes: llenos de detalles hermosos, sistemas intrincados y la constante sensación de que algo va a salir mal en cualquier momento. Oblivion, en cambio, es como una posada de carretera donde la sopa es sorprendentemente buena y el posadero te dice con una sonrisa torcida: "No preguntes qué hay dentro".

A pesar de que sus gráficos pueden parecer el intento primitivo de un mago borracho para invocar caras humanas, hay algo encantador en esos NPCs con ojos inexpresivos y diálogos grabados con la misma emoción con la que un funcionario sella un formulario.

En una época donde los juegos intentan guiarte como un profesor demasiado entusiasta ("¡Ahora ve aquí! ¡Haz esto! ¡Y ahora una cinemática de 30 minutos para asegurarnos de que lo entendiste!"), Oblivion sigue creyendo que los jugadores son criaturas curiosas y razonablemente competentes.

Desde el momento en que te escapas de la prisión (gracias a la amabilidad de un emperador que claramente tiene demasiadas preocupaciones como para ocuparse de la seguridad en su prisión), eres libre de hacer lo que quieras. Puedes convertirte en el salvador de Tamriel, un ladrón infame o un mago obsesionado con lanzar sandías a la cabeza de los guardias. Y todo sin que el juego intente interrumpirte con tutoriales forzados o monólogos introspectivos.

Hay quienes argumentan que Oblivion está lleno de bugs. A ellos les respondería: "¡Ja!" y luego haría una pausa incómoda hasta que se sientan obligados a llenar el silencio.

Los bugs de Oblivion no son errores; son pequeñas ventanitas a una realidad alternativa donde la física es más un concepto filosófico que una regla estricta. Son los chistes internos del código, las bromas privadas de un mundo que no se toma demasiado en serio a sí mismo. ¿Un caballo que decide despegar como un cohete? ¿NPCs que mantienen conversaciones absurdas sobre la misma noticia una y otra vez? Eso no es un fallo, eso es sabor.

Tal vez la razón más sólida por la que Oblivion sigue vivo en 2025 es el hecho de que su comunidad de modders no ha parado. Hay mods para mejorar los gráficos, para añadir nuevas misiones, para convertir a todos los NPCs en Thomas el Tren (siempre hay un mod de Thomas el Tren). La comunidad de modders ha tratado a Oblivion como una vieja y confiable casa en el campo: puede que la pintura se esté cayendo, pero con suficiente cariño (y algunas modificaciones sospechosamente grandes), sigue siendo un lugar acogedor para vivir.

En última instancia, la razón por la que Oblivion sigue siendo jugable en 2025 es la misma por la que la gente sigue releyendo libros viejos o viendo series antiguas: porque es divertido. Porque el mundo es vasto, la música sigue siendo evocadora, y la sensación de perderse en un lugar donde puedes hacer lo que quieras es una de las mejores que un videojuego puede ofrecer.

Y si todo lo demás falla, siempre puedes instalar un mod que convierta a Patrick Stewart en un narrador omnipresente. Porque si vamos a salvar Tamriel una vez más, bien podríamos hacerlo con estilo.

Un abrazo de oso y una pinta para todo aquel que se deje caer por este baldío.

domingo, 2 de febrero de 2025

¡El Legado de la Espada Maldita!

¡Escucha, viajero de mundos y soñador de leyendas! ¡Acero y hechicería se alzan una vez más en un relato de sangre y magia oscura!



En una era donde los dioses se regodean en la tragedia de los hombres y los hechiceros traman secretos prohibidos, una guerrera marcada por el destino se enfrenta a lo imposible. Thalinea, una curandera atrapada en las garras de visiones que la arrastran al abismo, desenvaina la espada de un héroe caído, la única herramienta capaz de desafiar a las sombras de un pasado olvidado.

La oscuridad respira en los bosques malditos. Los muertos no descansan, y lo que fue sacrificado en su tiempo, ahora resucita para reclamar venganza. La fatalidad la acompaña, pero el acero nunca estuvo tan afilado, ni la brujería tan insidiosa. ¿Podrá Thalinea salvarse a sí misma y a su mundo enfrentando no solo lo sobrenatural, sino también a aquel que una vez la salvó con su propia vida?
¡Acompáñala en su travesía de terror y valentía en El Legado de la Espada Maldita, ahora disponible en Lektu! Una obra donde el eco del acero retumba, las sombras se alzan con hambre insaciable y el sacrificio siempre tiene un precio.
No dudes, valiente lector. El tiempo de la gloria y la fatalidad ha regresado. ¡Haz clic y sumérgete en este viaje de acero y magia antes de que las sombras te alcancen!

El Legado de la Espada Maldita

Un abrazo de oso y una pinta para todo aquel que se deje caer por este baldío.



La Leyenda del Buscador: Un Placer Culpable con Mucha Espada y Poca Vergüenza

Por un crítico anónimo que insiste en que los efectos especiales no importan si la capa ondea lo suficiente. Hay algo maravillosamente recon...