miércoles, 2 de abril de 2025

La increíble pero cierta historia de Oberon Zell-Ravenheart

Si el mundo fuera un poco más sensato, Oberon Zell-Ravenheart habría sido bibliotecario o tal vez un profesor universitario excéntrico con una colección de bufandas coloridas. Pero el mundo no es sensato, y Oberon Zell-Ravenheart no nació para llevar una vida ordinaria.

En cambio, eligió ser mago.



En cualquier sociedad funcional, "mago" no es una opción de carrera que encuentres en los folletos de orientación vocacional. No hay una casilla en los formularios de impuestos para "hechicero autodidacta", y si le dices a tu banco que eres un druida, probablemente revisen dos veces tu solicitud.

Desde su infancia, este hombre se tomó la fantasía con una seriedad absoluta, como quien se pone un sombrero puntiagudo no solo porque hace juego con su túnica, sino porque es lo correcto. Mientras otros niños soñaban con ser astronautas o bomberos, él se preparaba para una vida de magia, misterio y revistas esotéricas que harían levantar una ceja incluso al bibliotecario más tolerante.

Nacido en 1942 como Timothy Zell (porque en esa época aún no le había llegado la inspiración para un nombre más épico), decidió que el mundo necesitaba urgentemente un poco más de misticismo. Inspirado por Stranger in a Strange Land de Robert A. Heinlein, fundó la Church of All Worlds, una comunidad espiritual donde la magia, la ecología y la reverencia por el agua eran pilares fundamentales.

¿Era una religión? ¿Un club de magos? ¿Un experimento social con tintes mitológicos? La respuesta es sí.

No contento con simplemente crear una religión, Oberon también decidió que la comunidad neopagana necesitaba su propio equivalente del Times, pero con menos noticias deprimentes y más rituales para conectar con la naturaleza. Así nació Green Egg, una revista dedicada a la magia, el misticismo y artículos ocasionales sobre cómo no incendiar tu sala de estar con velas rituales.

Desde sus páginas, Zell-Ravenheart ayudó a unir a magos, brujas, druidas y toda clase de personas que creían que el mundo era un poco más interesante si se miraba con los ojos adecuados.

Si te imaginas a Zell-Ravenheart como un anciano con barba blanca hasta la cintura y un aire de sabiduría críptica, estás parcialmente en lo cierto. Pero además de su innegable aspecto de mago clásico, tenía una fascinación por lo desconocido que lo llevó a estudiar de todo: desde alquimia hasta criptozoología.

Le encantaban los mitos y las leyendas, pero no de la forma en que la gente los disfruta en libros. No, Oberon quería traerlos a la realidad. ¿Dragones? Fascinantes. ¿Unicornios? ¿Por qué deberían existir solo en tapices medievales? ¿Dioses antiguos? Bueno, ¿qué tal si los veneramos con la misma devoción que tenían los antiguos, pero sin necesidad de hacer sacrificios incómodos?

También era un apasionado de la educación y la transmisión del conocimiento. Por eso fundó la Grey School of Wizardry, una institución online para quienes quisieran aprender de verdad sobre esoterismo, mitología y otros temas que la educación convencional suele descartar con un encogimiento de hombros.

Para la mayoría de la gente, la idea de abrir una escuela de magia suele quedarse en "sería divertido". Pero Oberon, siendo quien era, simplemente dijo: "¿Y si lo hacemos?"

Antes de que alguien se emocione demasiado, cabe aclarar que no es exactamente Hogwarts. Nadie se pasea con búhos mensajeros ni hay aulas llenas de adolescentes esperando que un hechizo salga mal y explote algo. Pero si lo que buscas es alquimia, astrología, herbología mágica y la sensación general de que la realidad es más flexible de lo que parece, este es tu sitio.

La escuela se convirtió en un refugio para todos aquellos que sentían que la magia no era solo propiedad de los cuentos de hadas, sino algo que podía (y debía) ser estudiado con la misma seriedad con la que uno estudia matemáticas… solo que con menos números y más encantamientos.

En toda buena historia de magos hay una figura fundamental: la poderosa hechicera, la sabia sacerdotisa, la compañera que convierte la magia en algo aún más real. Para Oberon, esa persona fue Morning Glory Zell-Ravenheart, su esposa, su musa y la co-creadora de muchos de sus proyectos más ambiciosos.



Morning Glory no era solo una mística de renombre, sino una visionaria en sí misma. Fue ella quien acuñó el término "poliamor", un concepto que hoy en día está en boca de todos, pero que en los años 70 sonaba más como el título de una novela de ciencia ficción. Su relación con Oberon no solo era mágica en el sentido romántico, sino también en el sentido literal: juntos exploraron mitos, rituales y formas de espiritualidad que trascendían cualquier categoría simple.

De hecho, si existiera una lista de "parejas legendarias de la historia", en algún lugar entre Tristán e Isolda y Mulder y Scully, estarían Oberon y Morning Glory, posiblemente rodeados de un aura mística y tal vez con un gato negro en el regazo.




Oberon Zell-Ravenheart no vivió como alguien que simplemente aceptaba la realidad tal como es. En cambio, insistió en que el mundo podía y debía ser más mágico. Su vida fue un recordatorio de que la fantasía no es solo para los libros, y que aquellos lo suficientemente audaces pueden encontrar la magia en los lugares más inesperados.

Así que la próxima vez que mires al cielo y te preguntes si los unicornios alguna vez caminaron por la Tierra, o si la magia realmente existe, recuerda: hay personas que nunca dejaron de buscarla. Y gracias a gente como Oberon Zell-Ravenheart, tal vez, solo tal vez, aún está ahí esperando a ser descubierta.

Un abrazo de oso y una pinta para todo aquel que se deje caer por este baldío.


 


 

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